Basado en Habacuc 3 y 1 Reyes 18
Salt&Light Christian Church – Mensaje del Domingo
“Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí.
Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos,
En medio de los tiempos hazla conocer;
En la ira acuérdate de la misericordia.”
— Habacuc 3:2
Hablar de fe no siempre es fácil. Muchas veces confundimos fe con sentimientos, conductas o circunstancias. Pero la verdadera fe va más allá de lo que se ve y de lo que se siente. La fe es certeza cuando no hay evidencia; convicción en medio del silencio. Hebreos 11:1 nos recuerda:
“La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
El choque con la realidad
Después de un encuentro inicial con Dios, lleno de emoción y descubrimientos, llega el momento donde enfrentamos el mundo roto en el que vivimos. Es ahí donde la fe se prueba, no en lo fácil, sino en lo difícil. Lo que necesitamos no es una emoción espiritual, sino un Dios real que se mueve aunque no lo veamos.
Jesús no siempre responde a lo visible, sino al corazón. Él conoce lo que verdaderamente necesitamos. Por eso muchas veces nos dice:
“¡Ten ánimo!”
…aunque la tormenta no haya pasado.
…aunque el milagro aún no ha llegado.
El testimonio personal: cuando el cielo calla
Muchos enfrentamos temporadas donde Dios parece guardar silencio. En lo personal, mientras miraba a mi hijo en una cama de hospital, pregunté:
“Señor, ¿lo harás otra vez?”
Y ahí entendí que la fe no está en lo que vemos, sino en quién es Dios. Que nuestro llamado como iglesia no es entretener ni impresionar, sino dirigir a las personas a Jesús.
No dependemos de luces, atmósferas ni producción… dependemos de la presencia real de Dios.
La fe de otros puede activar milagros
Mateo 9:2 muestra cómo Jesús sanó al paralítico por la fe de los que lo trajeron. Eso nos recuerda que tu fe puede ser el puente para que otros reciban lo que necesitan, aun cuando ellos no lo busquen o no lo crean.
Elías y la nube del tamaño de una mano
En 1 Reyes 18, el profeta Elías declara:
“Una gran lluvia se oye…”
aunque no había ni una nube en el cielo.
La fe te hace escuchar lo que otros no oyen, ver lo que otros no ven, y hablar lo que parece loco. Elías le pidió a su siervo que subiera siete veces a mirar… y no vio nada hasta la séptima. La mayoría se rinde en la primera. Pero la fe verdadera sube… y vuelve a subir… hasta que lo ve.
Cuando finalmente aparece una pequeña nube, el siervo dice:
“Veo una nube como la palma de la mano de un hombre.”
Pequeña. Insignificante.
Pero para Elías, era señal suficiente de que la lluvia venía. No midas lo que Dios hará según tus estándares humanos. Aunque veas una “nubecita”, prepárate… ¡porque la lluvia viene!
Cinco Verdades Fundamentales del Mensaje
- Dios nunca olvida lo que comenzó en ti “Aviva tu obra…”
Aunque parezca muerto, lo que Dios comenzó, lo completará. - Dios está obrando incluso cuando no lo ves “Hazla conocer en medio de los tiempos…”
En el silencio, Dios está preparando el terreno. Lo revelará en su tiempo. - Los tiempos difíciles no detienen el plan de Dios
La crisis no cancela el propósito. A menudo, lo acelera. - Dios es fiel a su carácter, no a tus condiciones “En la ira, acuérdate de la misericordia.”
Aunque estés pasando por juicio o corrección, Dios sigue siendo bueno. - Dios te fortalece para caminar en lugares altos “Me da pies como de cierva, y me hace andar sobre mis alturas.”
Aun si no cambia el terreno, te capacitará para avanzar sobre él.
Cuando todo falte… Él sigue siendo TODO
Habacuc describe una devastación total:
“Aunque la higuera no florezca…
Aunque no haya fruto… ni ovejas… ni vacas…”
Y aun así declara:
“Con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación.”
Eso es fe madura. Es adorar cuando no hay razones visibles. Es tener gozo no por lo que tengo, sino por quién tengo.
El desánimo es el arma favorita del enemigo
El enemigo quiere que pienses:
- ¿Y si ya no vuelve a pasar?
- ¿Y si me ilusiono y quedo decepcionado?
- ¿Y si el problema soy yo?
- ¿Y si ya pasó mi tiempo?
Pero ninguna de esas mentiras anula el poder de Dios. La lluvia viene. Y no vendrá cuando tú lo digas, sino cuando Dios la envíe.
¿Qué vamos a hacer?
1. La fe florece en la incomodidad santa
La verdadera fe no nace cuando todo va bien, sino cuando falta todo y aún así confías.
2. La adoración es una decisión, no una reacción
Habacuc decidió alegrarse, aunque no había nada externo para celebrar. Esa es adoración real.
3. Dios es el gozo, no solo el Salvador
No te alegres por lo que Dios te da, alégrate porque tienes a Dios.
4. Dios es tu fortaleza cuando no puedes más
No tienes que ser fuerte. Él lo será por ti.
5. Dios te hará avanzar en terreno difícil
Quizás el terreno no cambiará, pero tú sí. Y caminarás firme donde antes temblabas.
Versículo adicional
“Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré:
Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos,
porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana;
grande es tu fidelidad.”
— Lamentaciones 3:21–23
Preguntas para Reflexionar:
- ¿Estoy creyendo hoy que Dios puede volver a moverse en mi vida como lo hizo en el pasado?
- ¿Qué promesa necesito volver a recordar y declarar con fe?
- ¿Mi confianza en Dios se mantiene firme, aun cuando la “higuera no florezca”?
Mensaje final:
Cuando todo falte, Él sigue siendo todo.
Cuando no puedas más, Él será tu fuerza.
Cuando no veas nada, sigue subiendo…
¡La lluvia viene!
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