Una de las experiencias más impresionantes que he tenido en mi vida ha sido la oportunidad de visitar el Parque Nacional Kananaskis en Alberta, Canadá. Con mucha ilusión deseaba ver las cordilleras frontales de las Montañas Rocosas canadienses y la belleza de sus cristalinos lagos.
La verdadera aventura fue explorar uno de los senderos con el objetivo de llegar hasta un conocido puente colgante. Nunca me he destacado por ser valiente en cosas relacionadas con las alturas, pero una experiencia como esta no se dan todos los días.
Jamás pensé que me iba a requerir tanto esfuerzo físico subir el maravilloso sendero. Entre la altura, la lluvia y el frío, tenía suficientes razones para desistir del objetivo. A esto añádele la lucha interna en que si realmente sería audaz en atravesar el puente colgante. Varias veces nos tuvimos que detener para recobrar el aliento, pero la emoción más grande fue llegar al tope donde nos esperaba el imponente puente.
¡En este momento no había marcha atrás! Estaba en un momento único, con valor enfrentaba mi temor o dejaba que el temor me robara la grandiosa experiencia. Di mis primeros pasos hacia el puente, mientras más me adelantaba en el puente, más hermoso se tornaba el paisaje. Desde ese lugar todo se veía muy diferente. Solo podía darle gracias a Dios por haberme regalado ese momento tan especial.
Enfrentando los desafíos
La vida esta llena de senderos que no siempre son fáciles de recorrer, donde será necesario tener determinación para continuar. Vamos a enfrentar desafíos fuera de nuestro control, mientras tratamos de mantener la perseverancia para alcanzar nuevas alturas. Cuando pensamos que hemos llegado al objetivo, descubrimos que ha llegado el momento de dar un paso de valor, fe y confianza en Dios, cruzar el puente. A medida que vamos atravesándolo, iremos dejando atrás el temor, la inseguridad y la ansiedad, para emprender una nueva aventura llamada el propósito de Dios.
En el sendero del creyente encontraremos pausas en las cuales Dios trabaja con nuestro corazón para traer sanidad. Los trayectos empinados nos enseñarán el valor de la constancia para permanecer en la voluntad del Padre. En medio de las lluvias, el fuerte calor o el implacable frío, descubriremos la grandeza del amor de Jesús quien permanece con nosotros siempre. Los puentes desafiaran nuestra valentía y fe, pero desde esas alturas la visión de lo que Dios ha preparado para nosotros toma otro sentido. Retómanos fuerzas para proseguir al blanco, llegar al otro y celebrar con gran regocijo la obra de Dios.
No sé en qué trayecto puedas estar en el día de hoy, pero te desafío a completar tu sendero. A no dejar a incompletos los sueños de Dios. Que te llenes de valor para proseguir y terminar tu carrera.
Es mi oración que descubras la belleza de la obra de Dios en cada trayecto del camino, que seas audaz y que puedas celebrar lo que Dios ha hecho en tu vida desde nuevas alturas. Te desafío a llevar una vida de obediencia y valor hacia el propósito de Dios.
“Te repito: sé fuerte y valiente. No tengas miedo ni te desanimes porque el SEÑOR tu Dios estará contigo donde quiera que vayas».”Josué 1:9 PDT
