Lo que creemos

Como Iglesia, creemos que fuimos llamados con un propósito. No somos un error, ni fuimos un accidente. Fuimos salvados por su gracia para anunciar el mensaje de salvación de Jesús. Por tal manera, nos recocigamos en saber que Jesús pagó el precio por nosotros y nos da vida eterna. Pero esta vida eterna no es para sólamente disfrutarla, sino también compartirla. (1 Pedro 2:9)

Todos somos pecadores que necesitamos un salvador. Podemos aceptar que somos imperfectos ante Él, porque reconocemos que Él es perfecto para nosotros. Somos honestos sobre nuestras faltas, porque tenemos nuestra esperanza puesta en su gracia. Por esta razón, los pecadores son bienvenidos en nuestra casa. (Romanos 3:9-11, Filipenses 3:12)

Somos decididos en nuestro propósito en Dios. Reconocemos que hemos sido llamados a ser la “sal y la luz” en nuestras familias, nuestros trabajos y en nuestras comunidades. Es por esto que nos esforzamos en aprender, cumplir y seguir Su Palabra. Reconocemos nuestras faltas, pero también reconocemos a aquel, que aún en nuestra debilidad, nos llamó a su luz admirable (1 Pedro 2:9). Por tal razón creemos que Dios nos usará para llevar un mensaje de sanidad y de restauración a través de nuestra vida y nuestro testimonio en todo lugar.