La primera parte de esta serie habla de ciertos fundamentos que debemos conocer al momento de re-enfocar nuestra vida, nuestra familia y nuestro ministerio.
¿QUÉ ES ENFOCAR?
En la fotografía, enfocar es usar todas las partes de la cámara para que el sujeto en la foto se vea bien, haciendo ajustes en la operación del dispositivo con el propósito de obtener una imagen clara.
Hay dos tipos de ajustes que debemos realizar:
- “Macro Ajustes” – aquellos ajustes que conllevan el todo del equipo
- “Micro Ajustes” – cambiar aspectos específicos de una cámara
¿Cuáles son los problemas de estar desenfocados?
#1 – Todo se ve borroso: No se pueden distinguir las cosas, y lo que parece que es, usualmente NO ES.
“…para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos…” Efesios 1:17-18
#2 – No tenemos claridad en lo que vivimos
“…un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.” Efesios 4:4-6
¿Qué es un “Ajuste”?
- Significa CAMBIOS.
- Pero no es cualquier cambio, sino cambios específicos en un orden, secuencia, formato y metodología
(no cambiamos como nos gusta, sino como Dios quiere que cambiemos)
“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.” 1 Corintios 15:51-53
Para poder re-enfocarnos, necesitamos discernimiento.
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:1-2