Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

No tienes lo que quieres, sino que tienes lo que necesitas.

Una noche, hace unas semanas atrás, tenía algo de hambre y me dirigí a mi refrigerador para buscar algún “snack”. Para mi sorpresa, al abrir la puerta quedé atónito ¡cuando vi que no quedaba ninguno de mis snacks favoritos! Había sido una semana difícil ya que, como a muchos, la pandemia ha afectado las finanzas de nuestras familias y no habíamos podido realizar una buena compra. Así que me fui de regreso al cuarto, frustrado y apenado, pensando que la nevera estaba “vacía”.

Cuando regresé a mi cuarto, el Espíritu Santo habló a mi corazón y me dijo: “La nevera no está vacía…” me habló sutilmente. “Tienes todo lo que necesitas.”

Acto seguido regresé al refrigerador esperando ver un milagro y descubrir que la nevera había sido llena de mil cosas que no habían. Pero para mi sorpresa, tenía exactamente lo mismo que hace unos minutos atrás. Mire el refrigerador y alcé mi “quejavanza” al cielo, diciéndole a Dios cosas como, “¿¡cómo voy a poder darle alimento a mis hijos si el refrigerador estaba vacío?!” Pero Dios me insistió y me volvió a decir: “Mira otra vez”. Justo en ese momento, el Espíritu me hizo mirar otra vez, pero con una perspectiva diferente. De repente miré que el refrigerador, en realidad, no estaba vacío: allí había de todo. Mantequilla, pan, carnes. El problema no era que estaba “vacía”. El problema era que no había lo que yo quería. Sólo que en vez de abrir el refrigerador para agarrar el primer “snack” que encontrara, todo lo que había allí necesitaba ser confeccionado para comer un agradable “snack”.

A veces en la vida somos así. Nos quejamos de que no vemos lo que queremos, cuando siempre Dios nos da lo que necesitamos. La Palabra dice en el Salmo 23: “El Señor es mi pastor, nada me faltará”. En otras palabras, su promesa es que nunca nos va a faltar nada. La diferencia es que muchas veces queremos cosas sólo por quererlas, cuando Dios no nos dijo que nos dará las cosas que queremos, sino las que necesitamos.

En Mateo 6:26 al 33, Jesús mismo nos habla sobre el afanarnos por lo que queremos. Y el verso 32 hace una aclaración muy importante:

“No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.”

Dios sabe que tienes necesidad. Y su promesa es que si buscas las cosas de arriba, Dios proveerá todo lo que necesitas. Ahora bien, cuídate de no quejarte por lo que tienes. Porque hoy, lo que tienes, ha sido provisto por un Padre que meticulosamente sabe qué cosas necesitas y cuales no. Por lo tanto agradece hoy todo lo que tienes, y enfócate en buscar el Reino de Dios y su Justicia, y todas las cosas te irán bien.

¡Suscríbete a nuestra lista de correo!