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¿Estás usando la armadura de Dios?

Desde mucho antes de nacer, apenas en nuestra concepción o ya en el vientre de nuestra madre, podemos afirmar que de alguna forma hemos estado protegidos, pues es allí donde nos desarrollamos, crecemos y venimos al mundo, donde hemos tenido una armadura natural formidable, que además de cuidarnos del exterior, nos alimenta desde el interior para nuestro crecimiento.

Por otro lado, es cuando salimos al mundo, que en un abrir y cerrar de ojos ya estamos por nuestra cuenta, intentando sobrevivir a una vida complicada y llena de situaciones que nos hacen perder la paz. Es aquí, cuando realmente comenzamos a darnos cuenta que estamos más que desprotegidos, pues ante el más mínimo intento de desánimo o inquietud comenzamos a sufrir, y nos damos cuenta que las herramientas y armaduras que hemos tenido durante años no son suficientes para mantenernos seguros.

Al momento de esta lectura, estarás analizando sobre qué tipo de armadura y herramientas tienes para sobrevivir en la batalla de la vida. Es más que seguro que en este momento te des cuenta que esa armadura que has creado y te ha ayudado a llegar hasta aquí tiene grietas, fisuras y huecos por donde se cuelan los miedos y frustraciones, desilusiones y ansiedades, rencores, desalientos y toda clase de dudas que además de hacernos sentir desprotegidos, nos hace tomar caminos errados que tampoco nos ayudan a encontrar una solución acertada y segura.

Ahora bien, hasta este momento nos hemos olvidado de vestir la protección más importante de todas, aquella que nos ayuda no solo en nuestra vida terrenal sino también en la espiritual. En la vida, hemos combatido y sobrevivido pero sin victoria, pues la verdadera victoria viene cuando luchamos en el ambiente espiritual y de esa manera, cómo dice la Palabra en Efesios 6:11, podemos vencer a los planes del enemigo sobre nuestra vida: Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.”

Es verdaderamente importante que entendamos el significado y la necesidad de usar cada una de las piezas de la armadura de Dios, pues así como un guerrero necesita de su armadura, escudo, casco, espada y calzado para lograr combatir y protegerse en una batalla, necesitamos vestir de todas ellas a nivel espiritual. La Palabra dice en Efesios 6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”

Cada una de las piezas tiene un significado muy importante. Cuando usamos la armadura, por ejemplo, protegemos nuestro corazón, aquel lugar donde guardamos nuestros sentimientos más profundos; debemos protegerlo de la ira, el miedo, la envidia, la vanidad, el orgullo y de todo sentimiento que nos haga pecar y alejarnos de Dios. Proverbios 4:23 dice: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.” Por lo tanto, necesitamos cubrir nuestros corazones para así poder enfrentar las asechanzas del enemigo sobre nuestra vida.

Por otro lado, cuando usamos el escudo, la Palabra nos dice en Efesios 6:16 “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, conque podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.”; esto significa, que es con la Fe que podremos defendernos y mantenernos firmes durante nuestra lucha de cada día. 

El casco protege nuestros pensamientos, ideas y creencias. Pero ¿Cuántas veces has pensado en que algo no tiene solución? ¿Cuántas veces has pensado que no tienes salida? ¿Cuántas veces has creído que estás solo? Es por ello que es imprescindible guardar nuestra mente, pues dice la Palabra en Proverbios 19:8 “El que posee entendimiento ama su alma; El que guarda la inteligencia hallará el bien.”

La espada, es la palabra de Dios, que dice en Hebreos 4:12 “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”

Finalmente, también debemos cuidar pasos, caminos y sendas, pues por donde andamos hemos de encontrar piedras y obstáculos que nos lastiman, que hacen duro y complicado nuestro andar, son de sufrimiento y nos alejan de la gracias de Dios, pero cuando calzamos y andamos en los caminos de de Dios, tenemos garantizada la victoria, pues dice la Palabra en Deuteronomio 5:33 Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.”

Ahora que conoces la armadura de Dios y las herramientas para protegerte y triunfar en la vida terrenal y espiritual, ¿Qué esperas para vestirlas y usarlas para tu victoria?

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