Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

¡Inténtalo de nuevo!

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”

Isaías 41:10

En el 2005, el legendario golfista Tiger Woods se encontraba en una posición crítica y desafiante. Era su cuarta participación en el torneo “Masters” de la PGA, por lo que todos los ojos estaban puestos en él para conocer si lograría conquistar una cuarta victoria. No obstante, durante todo el torneo, la ejecutoria del legendario golfista dejó mucho de qué hablar. Durante los primeros turnos, Tiger no logró ejecutar de la manera que se esperaba, realizando varios tiros difíciles y no logrando impresionar a los espectadores allí presentes. El panorama no lucía bien para Tiger. Sin embargo, en ese momento crítico, Woods no se rindió ni permitió que las circunstancias negativas dictaran su destino.

En el hoyo #16, Tiger decidió hacer lo que él sólo puede hacer. Preparó su tiro, y con determinación y paciencia analizó su estrategia. Levantó el palo, y con un sutil pero determinado movimiento golpeó la pelota. La misma rodó lentamente, y ante la mirada atónita de todos, rodó y rodó y cayó en el hoyo, lo que se convertiría en uno de los momentos más memorables de la carrera de Woods. 

Pero lo que no muchos saben es que justo antes de este tiro, en los hoyos #14 y #15, la ejecutoria de Woods fue la peor de todo el torneo. Pero eso no causó que Tiger se rindiera. Al contrario. La frustración de estar en segundo lugar causó que Tiger diera el todo, logrando así una de las imágenes más recordadas del deporte del Golf en la historia.

A menudo, en nuestra vida cristiana, nos encontramos enfrentando obstáculos que parecen insuperables. Hemos intentado todo lo que está a nuestro alcance y nos sentimos agotados, desanimados y listos para rendirnos. Sin embargo, la historia de Tiger Woods nos muestra que, a pesar de nuestras limitaciones humanas, siempre hay una oportunidad para darlo todo y confiar en Dios. Al igual que Woods se concentró en ese tiro crucial y dejó su todo en el campo, nosotros también podemos entregar nuestras cargas a Dios y confiar en Su guía y provisión.

Este tiro legendario de Tiger Woods nos desafía a perseverar y a mantener nuestra fe en medio de las dificultades. Nos recuerda que, aunque hayamos intentado todo, siempre podemos confiar en que Dios está obrando en nuestras vidas de maneras que no podemos imaginar. Incluso cuando enfrentamos situaciones aparentemente imposibles, podemos encontrar fortaleza en nuestra fe y en el poder transformador de Dios.

Segunda de Timoteo 1:7 dice: “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.” Por lo tanto, cuando nos sintamos perdidos, descalificados o derrotados, debemos recordar que Dios no nos ha dado una vida nueva para vivir en el fracaso; más bien, nos ha dado las herramientas para vencer y permitir que Dios se lleve la gloria de todo en nuestras vidas. Sólamente así el mundo sabrá que quien está con nosotros es mucho más grande que el que está en el mundo.

Así como Tiger Woods logró lo inimaginable en ese torneo, nosotros también podemos experimentar la intervención divina cuando nos entregamos por completo a Dios y confiamos en Su dirección. Que esta historia nos inspire a no rendirnos, a darlo todo en nuestras luchas y a confiar en que Dios tiene un plan más grande y poderoso para nosotros, incluso cuando hemos intentado todo.

¡Suscríbete a nuestra lista de correo!