De todas las cualidades o características que definen las relaciones entre las personas y que se puede valorar de forma independiente, crítica y podría decirse que hasta celosa, se encuentra la confianza. Incluso, la confianza es la que marca la pauta sobre el resto, pues en el mundo en general y como habrás seguramente escuchado o leído, es la más difícil de ganar, la más fácil de perder, y una vez perdida, vaya que cuesta recuperarla.
Ciertamente la confianza es el lazo más importante entre humanos, por lo cual, entre más estrecha sea, más acercamiento tendremos con esa persona, haciendo que la relación sea más íntima, honesta y más abierta. Sin embargo, este tipo de relaciones tiene un carencia oculta: si la confianza es agredida, lastimada o traicionada, causa un dolor tan profundo que nos puede dejar literalmente con el corazón roto y sin ánimos de confiar en nadie más.
Cuando nuestra confianza ha sido maltrecha, no solo afecta directamente la relación con quien esté involucrado, sino además con el resto de las personas, situaciones, lugares y todo lo que implique que debamos depositar nuestra confianza. Esto es debido a que una vez esto sucede, la semilla de la incertidumbre comienza a germinar, y peor aún, confiar en algo o alguien cuando tenemos incertidumbre, puede resultar en grandes angustias, ansiedades y en mayores problemas si no conseguimos una salida clara.
Es por esto que el mundo está plagado con personas en esa situación, repleta de dudas, desconfianza y miedos; personas cuyos corazones están contritos, cansados de sentir dolor, agotados de sentir el peso del cuerpo y de la mente dando vueltas, procurando una salida, una respuesta, suplicando una mano amiga que les ayude a salir del fangoso y espeso lodo donde cayeron atrapados por circunstancia de la vida, y donde las personas en quien confiaron les han decepcionado.
Sin duda alguna, todos hemos estado allí; hemos sabido qué significa la decepción y el dolor de la traición, a diversos niveles, con diferentes actores, con heridas más o menos profundas, pero lastimados de igual manera y con cicatrices profundas. Sin embargo, y aunque no parezca en primera instancia, por más agnóstico que puedas ser, existe alguien en quien puedes confiar a ojos cerrados, que puede sacarte de ese túnel oscuro donde no entra un ápice de luz, que puede transformar esa desconfianza en una relación sana, hermosa y diferente a pesar de las incertidumbres.
“Cuando decides confiar en Dios, cosas extraordinarias suceden en tu vida: no sólo consigues la ayuda y compañía para tu cansado camino, las fuerzas para continuar en tu lucha, un hombro en que consolarte, una mano extendida para tu auxilio, un guia para enderezar tu rumbo, un oído que escucha tus suplicas, pero consigues además de todo, el amor donde no lo había, dado por un padre que te espera de brazos abiertos.”
Cuando hablamos de alguien en quien puedas confiar a pesar de tu incertidumbre, debemos tomar en cuenta que confiar en una persona común como nosotros trae consigo los mismos riesgos que nos han causado dolor, pues ninguno de nosotros es perfecto y es cuestión de tiempo que fallemos, y que ese falta lastime o hiera a alguien nuevamente. Es por eso, que solo existe un único ser en el que podemos y debemos depositar nuestra confianza y fe, y ese es Jehová, como nos dice la palabra en Proverbios 3:5-6 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos,Y él enderezará tus veredas.”
Cuando decides confiar en Dios, cosas extraordinarias suceden en tu vida: no sólo consigues la ayuda y compañía para tu cansado camino, las fuerzas para continuar en tu lucha, un hombro en que consolarte, una mano extendida para tu auxilio, un guia para enderezar tu rumbo, un oído que escucha tus suplicas, pero consigues además de todo, el amor donde no lo había, dado por un padre que te espera de brazos abiertos. Jeremías 17:7 “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.”
Esto no significa que tu vida sera de color rosa, pues el mismo Jesús te dice en Juan 16:33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Esto significa más bien, que a pesar de las circunstancias, confíes en él, pues tiene el control de todo, con el objetivo de cumplir tu propósito.
Sin embargo, él te enseñará a confiar, y descubrirás la gracia y bendición en su amor infinito. Entenderás que el murió por ti y por tus pecados con el único fin de redimirte y que al final de tus días, no tendrás una vida vacía llenada con el mundo, sino una vida llena con el amor que el vacío en ti en la eternidad.
Por lo tanto, ¿qué tal si hoy decides confiar en Jesús? Estamos seguros que será la mejor decisión de tu vida. Te invitamos este fin de semana a que descubras lo que Dios puede hacer en ti, y que puedas disfrutar el perdón, la sanidad y la restauración de tu vida y de los tuyos. ¡Confía en Jesús!
